Trabajo en EE.UU.: ¿mi jefe puede despedirme simplemente porque no le caigo bien?
En SoloDinero te explicamos si un conflicto personal entre tú y tu jefe puede ser motivo suficiente para que te despidan y cómo funcionan los contratos laborales en EE.UU.
Aunque, por lo general, los espacios de trabajo deben ser áreas en las que tengan prioridad la colaboración y el buen trato entre los trabajadores y sus patronos, en ocasiones puede haber discrepancias o malos entendidos. Pero, ¿es esto motivo suficiente para que tu empleador te despida? O, reformulando la pregunta: ¿puede tu jefe despedirte, simplemente, porque no le caes bien si estás en Estados Unidos?
La respuesta a esta pregunta puede hallarse en los contratos laborales de EE.UU.
Por lo general, los contratos laborales en el país son considerados como contratos a voluntad (o at-will agreements, en inglés). Esto quiere decir que tanto el empleador como el empleado pueden terminar dicho acuerdo en cualquier momento y casi por cualquier razón.
En otras palabras, en Estados Unidos, tu jefe puede despedirte incluso aunque ningún término del empleo haya sido infringido, y esto también abarca el hecho de que no le agrades.
De hecho, en algunos documentos relativos a las leyes laborales, como las normativas de trabajo de North Dakota, especifican explícitamente que los conflictos personales no son necesariamente ilegales ni suponen un impedimento para que tu empleador decida finiquitar la relación laboral que tiene contigo.
Solo existen dos formas en las que tu jefe no pueda despedirte a voluntad:
1) Si posees un contrato legal en el que se estipule que no puedes ser despedido mientras no hayas violado ninguna condición estipulada en dicho contrato.
2) Si formas parte de una unión sindical que negocie términos colectivos de finiquito laboral con la compañía en la que te encuentras, y que, por supuesto, no hayas infringido estos acuerdos.
No obstante, esto no quiere decir que los trabajadores en Estados Unidos no posean ciertas leyes que los protegen de ser despedidos.
Por ejemplo, la Ley de Derechos Civiles de 1964 (conocida como The Civil Rights Act of 1964) expresa específicamente que los trabajadores no pueden ser discriminados en sus áreas laborales por razones de raza, sexo, orientación sexual o género, nacionalidad o distinción religiosa.
Por tanto, si tu empleador despide porque no le agradas debido a estas razones, en ese caso sí podría ser ilegal tu despido, y podrías tener derecho a una compensación.
En ese caso, la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC, por sus siglas en inglés) indica que puedes presentar un cargo de discriminación en contra de tu empleador. Este es el primer paso requerido para presentar una demanda por discriminación laboral contra tu jefe.
Las leyes anti-discriminatorias disponen de una cantidad de tiempo límite de 180 días para que puedas presentar un cargo de discriminación desde el día en que se produjo el incidente.
Además de la EEOC, muchos estados y jurisdicciones locales tienen sus propias normativas relativas a la discriminación, así como organismos responsables de ejecutar dichas leyes, como las Agencias de Prácticas de Empleo Justas (FEPA, por sus siglas en inglés).
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