Tres tipos de cuentas bancarias útiles para hacer rendir mejor tus ahorros
Dependiendo de tu objetivo, debe ser tu cuenta de ahorro
Si tienes un trabajo regular dentro de una empresa o negocio, es muy seguro que te paguen por cheque, nómina o depósito según sea el caso, por el que es posible que manejes una cuenta bancaria simple con el manejo de una tarjeta de débito que sólo sirve para tener tu dinero de manera más efectiva y accesible.
Pero si quieres ahorrar o que tu cuenta te ofrezca rendimientos hay tres tipos de opciones para hacerlo que retomamos de los consejos de USA Today. Toma en cuenta que estas sugerencias tienen un fin específico, ya sea para crear un fondo de emergencia o para tu jubilación.
1. Cuenta corriente
Aunque este tipo de cuentas no te generan rendimientos por sí mismas, se han convertido en un servicio financiero de primera necesidad para millones de trabajadores, debido a que para recibir tus ingresos, en muchos casos es necesario que tengas una cuenta a la cual depositarte o en la que puedas llevar tu dinero a todas partes a través de su tarjeta de débito y sin el riesgo de cargar efectivo.
“Las cuentas corrientes están diseñadas para ser un administrador de flujo de efectivo”, dice Chrisanna Elser, fundadora del sitio web financiero ThefinU.
Incluso para lograr tus objetivos de ahorro de manera más sencilla, tener una cuenta de este estilo te permite programar una cantidad determinada cada tiempo para ser transferida a otra en el que puedes ir juntando dinero.
2. Cuenta de ahorro / fondo de emergencia
Todos debemos adquirir la costumbre de prevenirnos económicamente ante cualquier tipo de desgracia, por lo que un fondo de emergencia a través de una cuenta de ahorro, no sólo te permitirá juntar dinero para algún incidente, sino que lo hará rendir por año o plazo determinado, según el contrato del tipo de servicio que utilices.
Aunque esté destinada para una situación imprevista, también debes contemplar que muchos de estos servicios te pueden penalizar por realizar retiros fuera del tiempo estipulado en tu contrato.
Si sucede alguna emergencia que puede ser solventada por tu propio ingreso del momento, lo mejor es dejar intacta tu cuenta de ahorro para que siga generando intereses a tu favor.
Si bien para cuestiones de ahorro nunca debe haber un límite, ponte como meta lograr un ahorro similar al de un mes o tres meses de ingresos, para después ampliar a una situación financiera adversa de seis meses en los que puedas acceder a él y pagar tus facturas y deudas sin preocupación.
3. Cuenta de ahorro para la jubilación
Una cuenta de jubilación plan 410(k) o una cuenta de jubilación individual (IRA, por sus siglas en inglés), tal como sus nombres lo indican, son servicios financieros de ahorro específicos para un plazo largo después de muchos años laborables.
Jamás puedes considerar ninguna de estas opciones como un tipo de fondo de emergencia, porque los plazos de restricción son largos, por lo que más allá de si tienes una cuenta de ahorro, ésta la debes contemplar como una a la par de tu cuenta corriente.
De acuerdo con USA Today, tanto 401(k) como IRA permiten que tu dinero crezca libre de impuestos. Sin embargo, como este tipo de servicios están destinados específicamente para un rendimiento a largo plazo, las multas por retiro anticipado pueden ser muy costosas, sin contar que es muy posible que debas pagar impuestos por IRS al hacer uso de ese dinero.
La mejor manera para comenzar tu cuenta para la jubilación es haciendo una transferencia programada mínimo por una vez al mes. Te recomendamos que tengas una meta anual de ahorro y ésa la dividas en 12 meses para tener el valor de tu depósito meta a esa cuenta.