Préstamos personales: cómo pedir uno si estás desempleado
El camino para solicitar un préstamo cuando estás desempleado puede ser complicado, pero en algunos casos cuidar ciertos detalles te brindará una oportunidad de obtenerlo
Para obtener un préstamo personal, las compañías no sólo revisan tu historial de crédito, también requerirán de una comprobación de ingresos. Los prestamistas ofrecen su dinero al servicio de clientes, por lo que miden el grado de confiabilidad y riesgo que significaría hacerlo. Dar dinero a alguien que no podrá devolverlo no es buen negocio. A pesar de estas desesperanzadoras palabras, hay pequeñas posibilidades de ser aceptado por un préstamo personal si estás desempleado en estos momentos.
Los gastos necesarios como el alquiler y la comida no esperan, no importa si cuentas con un trabajo o no para solventarlo. La pandemia de Covid-19 provocó una ola de despidos, por lo que obtener algún ingreso, aunque sea por medio de un préstamo personal, se vuelve una urgencia.
¿Cómo solicitar un préstamo personal?
Antes de solicitar cualquier préstamo, debes tener clara la cantidad de dinero que necesitas. Si perdiste tu trabajo y quieres cubrir los salarios perdidos, recuerda que debes solicitar una cantidad fija, es decir, si quieres cubrir la posibilidad de seis meses de ingresos, debes hacer cálculos de tus gastos necesarios (alquiler, alimento, otros) para no pedir de más o quedarte corto en cantidad. De ser posible, toma en cuenta las propias mensualidades que pagarás en tu préstamo, para saber si puedes sostenerlo por el tiempo que lo consideras. Si encuentras trabajo antes de esa fecha límite, no tendrás nada de que preocuparte; pero si superaras ese tiempo, sería muy complicado solicitar un nuevo préstamo o simplemente pagar el vigente.
Como segundo paso, revisa tu informe de crédito. Asegúrate de que tienes un historial que solvente tu solicitud y que no tenga errores. Si sucediera, tendrás que solicitar una corrección antes de pedir un préstamo.
Después de esta planificación previa, ahora sí podrás acercarte al prestamista a abrir una solicitud. Reúne tu documentación, como recibos de pago recientes para completar la información de tus ingresos netos. Si recibes un seguro de desempleo, éste sirve como comprobante de ganancias. Incluso algunos prestamistas te solicitarán una explicación sobre cómo usarás el dinero que te darán.
En el proceso de recepción, el prestamista realizará una verificación de crédito que a su vez puede afectar tu puntaje, por lo que si una entidad te rechaza, menos probabilidades tendrás con otras opciones. Recuerda que entre más bajo sea tu puntaje, más altas serán las tasas de interés y viceversa.
Aquí es donde todo se complica. Tal vez tu falta de empleo y de generar ingresos, o el sólo recibir fondos del seguro de desempleo, puede ser razón suficiente para que un prestamista te rechace, sin embargo, si tu historial de crédito muestra que pagas tus facturas de tarjetas de crédito y otras deudas a tiempo, podría ser un argumento muy fuerte a tu favor.
Según el Servicio de Impuestos Internos (IRS), otras formas de mostrar los ingresos del trabajo pueden incluir el trabajo económico, el dinero obtenido del trabajo por cuenta propia, los beneficios de una huelga sindical, algunos beneficios por discapacidad y el pago por combate no tributable.
Solicitar un préstamo personal en un momento tan complicado para realizar los pagos es muy riesgoso para los bolsillos de cualquier personal. Te recomendamos solicitar un préstamo familiar o buscar generar ingresos de otra forma, como vender tu automóvil, antes que adquirir una responsabilidad como ésta.
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