Los cambios al plan 401(k) en la propuesta de Ley SECURE 2.0 para que más trabajadores ahorren para la jubilación
A finales del periodo de Donald Trump se aprobó la ley SECURE; el nuevo proyecto SECURE 2.0 mejoraría el sistema actual de los planes 401(k) para brindar mayor seguridad en la jubilación de los trabajadores estadounidenses
Tanto se ha hablado de una crisis en el Seguro Social, que en los últimos años, los legisladores en el Congreso ven como solución apoyarse en el plan 401(k) para solventar una posible crisis de jubilación en los próximos años. Desde el periodo de Donald Trump, ya habían desarrollado la ley SECURE con este tema, pero ahora vuelven a barajar la posibilidad de mejorar el sistema con el proyecto SECURE 2.0.
Según pronósticos de la Oficina del Censo, alrededor del 21% de la población del país tendrá 65 años o más a fines de esta década, frente al 15% en 2016. La mayoría de los adultos no jubilados tienen algún tipo de ahorro para la jubilación, pero solo el 36% piensa que sus ahorros van por buen camino.
El nuevo proyecto de ley SECURE 2.0, que se espera pueda ser firmado por el presidente Joe Biden a finales de este año, podría requerir que la mayoría de los planes de jubilación patrocinados por los empleadores inscriban a sus trabajadores automáticamente. El objetivo es fomentar cuanto antes el ahorro para el retiro. También reducirá los costos para las empresas más pequeñas.
Anteriormente, había un sistema de pensiones y pagos del Seguro Social que beneficiaban a los trabajadores. Para 2021, sólo el 15% de los trabajadores del sector privado cuentan con un plan de pensión, un apoyo casi extinto. Los pagos del Seguro Social siguen formando parte del 90% de los ingresos de al menos una cuarta parte de los retirados, pero el fondo fiduciario enfrenta un déficit de 75 años, por lo que algunos expertos han estimado que este dinero podría agotarse a mediados de la década de 2030.
En apariencia, el único salvavidas más fuerte en el que pueden respaldarse los trabajadores es en los planes 401(k), al que tienen acceso el 68% de los empleados del sector privado, pero que sólo lo usa el 50%, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).
El problema es que los trabajadores de bajos salarios son los que usualmente no tienen cuentas 401(k) o los que menos aportan a ella. Menos del 40% de los trabajadores con salarios más bajos tienen cuentas de jubilación, en comparación con el 80% de las familias de ingresos medios y altos, según Vanguard.
A fines de 2019, el presidente Donald Trump promulgó una de las leyes de jubilación más importantes de los últimos 15 años: la ley bipartidista Setting Every Community Up for Retirement Enhancement, o ley SECURE. El proyecto de ley eliminó los límites máximos de edad para las contribuciones de jubilación, proporcionó créditos fiscales para que las pequeñas empresas ofrecieran a sus empleados planes 401(k) y extendió los beneficios de jubilación a algunos empleados a largo plazo, pero a tiempo parcial.
En estos días, el Congreso aprobó casi por unanimidad otro proyecto de ley, el SECURE 2.0, que cuenta con algunos cambios notables. Ahora se espera que el Senado lo apruebe para la posterior firma de Biden.
1. Inscripción automática
Hoy en día, muchos empleadores tienen que optar por participar y luego elegir su nivel de contribución. En lo que sería el mayor cambio al programa 401(k), SECURE 2.0 requeriría que los empleadores inscriban automáticamente a todos los trabajadores elegibles en sus planes 401(k) a una tasa de ahorro del 3% del salario. También se aplicaría al 403(b).
Las tasas de cotización de los trabajadores afiliados se incrementarían automáticamente cada año en un 1% hasta que su cotización alcance el 10% anual.
2. Trabajadores cerca de la jubilación podrán ahorrar más
Los trabajadores entre los 62 y 64 años, que se acercan a la edad de retiro de los 65 años, podrán aumentar sus aportes para ponerse al día a $10,000 dólares al año, en comparación con los $6,500 dólares actuales.
A partir de 2023, estas contribuciones de recuperación se gravarían como contribuciones Roth, es decir, pagarías impuestos antes de invertirse para la jubilación, aunque las ganancias se indexarían a la inflación.
3. Pagar deuda estudiantil a la par de aportar al 401(k)
Muchos trabajadores renuncian a ahorrar para la jubilación hasta que pagan sus préstamos estudiantiles. El proyecto de ley combinaría estas dos opciones para no sacrificar los ahorros para el retiro, habría una contribución equivalente del pago de tu deuda estudiantil a tu 401(k). Eso quiere decir que si, por ejemplo, pagas $1,000 dólares a tu deuda de préstamos estudiantiles, que irían a tu plan de jubilación, y tu empresa iguala en un 6% tus contribuciones al 401(k), entonces tendrás un ahorro adicional de $60 dólares al plan 401(k).
4. Se retrasa el periodo de retiro obligatorio
Actualmente, si no comienzas a realizar retiros mínimos a partir de los 72 años, tienes sanciones durante ese año fiscal. Con la nueva ley se retrasaría este periodo a los 75 años, lo que te da tres años más de crecimiento libre de impuestos en tus inversiones, sin estar obligados a comenzar a retirar fondos. Aquellos que no hagan el retiro mínimo requerido de su cuenta después de esta edad, reduciría su sanción del 50% al 25%.
5. Los trabajadores a tiempo parcial podrían cotizar
Según la ley propuesta, las empresas que ofrecen un plan 401(k) estarían obligadas a permitir que los empleados a tiempo parcial que trabajen al menos 500 horas al año durante dos años, el equivalente a poco menos de 10 horas a la semana, contribuyan a una cuenta de retiro. Eso incluiría trabajadores a tiempo parcial, empleados temporales, autónomos, cuidadores y contratistas independientes, quienes además suelen tener salarios reducidos y comienzan a ahorrar en su retiro hasta muchos años después.
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