Cuál es la diferencia entre el SSI y el SSDI para beneficios por discapacidad en EE.UU.

Dirigidos por la Administración del Seguro Social para brindar apoyo a los más necesitados, la SSI y el SSDI son beneficios que comparten ciertas similitudes, pero que también resultan ser muy diferentes

Foto de varias tarjetas del Seguro Social junto a unos dólares

En Estados Unidos, las personas discapacitadas de bajos recursos resultan elegibles para recibir la Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI). Crédito: Lane V. Erickson | Shutterstock

Aunque ambos son beneficios otorgados por la Administración del Seguro Social (SSA, por sus siglas en inglés), la Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI) y el Seguro por Incapacidad del Seguro Social (SSDI) no son iguales. Su principal diferencia radica en la población que atienden: el SSI está dirigido a todas aquellas personas de bajos recursos que sean mayores de 65 años, sean ciegas o presenten algún tipo de discapacidad; el SSDI, por su parte, puede ser solicitado por todas aquellas personas que presenten discapacidades físicas o mentales (con una duración mínima de 12 meses) que les impide trabajar. El SSDI también atiende a aquellas personas cuya discapacidad puede ser causa de su fallecimiento.

¿Qué otras diferencias existen entre la SSI y la SSDI?

Además de la población que atienden, la Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI) y el Seguro por Incapacidad del Seguro Social (SSDI) poseen otras diferencias señaladas por la American Association Retired Persons (AARP, por sus siglas en inglés):

1. La SSI puede ser solicitada por cualquier persona que cumpla con las pautas de elegibilidad, incluso si son niños. Este beneficio no exige requisitos asociados con el Seguro Social como años de trabajo o pago de impuestos. El SSDI deriva del tiempo que ha trabajado el solicitante, un valor que determinará su elegibilidad luego que informe sobre su discapacidad. En ese sentido, es un beneficio que ha sido prepagado por el trabajador y sus empleadores.

2. El beneficio promedio de la SSI para 2022 es de $841 para una persona y de $1,261 para una pareja. El beneficio promedio del SSDI para este de año es de $1,358.

3. La SSI exige que los solicitantes reporten bajos ingresos o muy bajos ingresos, de acuerdo con el estándar para determinar su elegibilidad: $2,000 en caso de una sola persona y $3,000 en caso de una pareja. El SSDI, por su parte, exige que el solicitante demuestre su condición, además de cumplir con los años de trabajo correspondientes a la edad en la que se declaró como discapacitado para resultar elegible.

4. La implementación del SSDI se remonta al año de 1956, mientras que la del SSI se remonta al año de 1972.

A pesar de tales diferencias, como ambos beneficios son administrados por la SSA, muchos de los criterios de elegibilidad para determinar discapacidad en los solicitantes tienden a ser los mismos. Del mismo modo, los procesos de solicitud pueden llegar a ser similares, incluyendo una entrevista en persona o telefónica para completar la postulación.

En lo que respecta a la Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI), algunos estados contemplan un pago que se suma al beneficio otorgado por el gobierno federal. Del igual manera, contemplan a los que resultan elegibles para otros beneficios como los que derivan del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés), el cual otorga un subsidio para la compra de alimentos a las personas de bajos recursos en Estados Unidos.

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