Cuáles son las deducciones más raras que el IRS puede aceptar para reducir tus impuestos
A pesar de que los gastos personales no son deducibles de impuestos, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) ha aceptado piscinas, jets privados y hasta operaciones de implantes mamarios como las deducciones más raras en los Estados Unidos
La temporada de impuestos puede ser una época muy imponente para muchas personas. Lo peor, se repite cada año. Todos los contribuyentes buscamos maneras de reducir nuestra factura de impuestos. Los expertos nos recomendarían utilizar los créditos y las deducciones fiscales. Ambos beneficios tienen restricciones, sin embargo, a pesar de que el Servicio de Impuestos Internos (IRS) suele ser tajante en sus reglas, la historia nos muestra que ha aceptado algunos gastos muy extraños que jamás nos hubiéramos imaginado que los Estados Unidos aceptarían como deducciones.
El sitio USA Today presentó una inusual investigación en la que detalló las deducciones fiscales más raras que el IRS ha aceptado. El portal de noticias calificó esos gastos de esta manera, porque usualmente la agencia no suelen aceptar ese tipo de compras.
Para que una deducción sea admitida por el IRS, los contribuyentes deben demostrar que eran gastos indispensables o necesarios para su negocio o sus funciones laborales. Si no es de esta manera, no te ayudará a reducir tus ingresos imponibles y, por ende, tu factura de ingresos.
A pesar de esta situación, el IRS ha aceptado gastos deducibles como una piscina, una mascota, un jet privado y hasta la cirugía de implantes de senos. ¿No lo crees posible? Nosotros tampoco lo creíamos, pero USA Today detalló las circunstancias en las que esto aconteció.
Deducción en mascotas
Los gastos en animales típicos, que más que mascotas se convierten en un miembro más de la familia, no pueden ser deducibles de impuestos. Sin embargo, el IRS ha aceptado este tipo de gastos cuando se comprueba que los animales se convierten en un ayudante de la salud. Cuando la manutención del animal se convierte en un gasto médico, es deducible.
También está el caso de un gasto esencial de un animal para un negocio. Samuel Seawright, propietario de un negocio de desguace de autos, recibió una deducción de $300 dólares por comida que había comprado para unos gatos. Este contribuyente comprobó que el gasto era necesario para alimentarlos y que su presencia era esencial para su negocio, ya que mantenían a las ratas y serpientes alejadas del lugar.
Deducción en piscina y equipos de ejercicio
Si bien hacer ejercicio en un gimnasio o en una piscina es bueno para la salud, en la mayoría de los casos el IRS no aceptará esos gastos como deducibles. En cambio, si tu médico te recetara algo “para aliviar o prevenir una discapacidad o enfermedad física o mental”, como una piscina para hidroterapia o algún aparato mecánico para fortalecer tu cuerpo médicamente, es posible que el IRS acepte tu gasto como deducción.
Deducción en un jet privado
Es cierto que muchos de nosotros jamás podremos aspirar a deducir el gasto en un jet privado, porque simplemente no podríamos comprarlo. Sin embargo, uno nunca sabe y es bueno conocer nuestras opciones fiscales.
En 1990, John y Joanna French ganaron un caso para deducir de sus impuestos de 1984 sus viajes en avión privado. La pareja, que vivía en San José, California, argumentó que hacían los viajes para administrar, poder anunciar y alquilar su condominio en Mammoth Lakes, en ese estado. Volar en el avión les ahorraba un trayecto de más de cinco horas por carretera. La corte consideró que, efectivamente, los viajes caían dentro de sus gastos de negocio.
Deducción en implante de senos
El caso más sorprendente (y extraño) es el de deducir una operación de implante de senos. Las cirugías estéticas son consideradas como gastos personales, por lo que no suelen ser deducibles de impuestos.
En 1994, la bailarina exótica independiente Cynthia Hess (también conocida como Chesty Love) ganó su caso fiscal permitiendo que sus implantes mamarios en 1988 se consideraran un gasto comercial legítimo y, por lo tanto, se pudiera deducir el costo. Ella argumentó que eran necesarios para ganarse la vida y que de otro modo no habría agrandado sus senos “hasta tal punto que la hicieran parecer ‘extraña'”.
El tribunal consideró que cumplió con la condición de empleo y que eran “inadecuados para el uso diario”. En este sentido, los senos fueron equiparados a los de un “disfraz”, necesario para que pudiera ganar dinero con su trabajo.
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