En qué sentido podría ser positivo que Estados Unidos entrara en recesión
Toda recesión supone un declive económico significativo, pero también tienen aspectos positivos, como el descenso de los precios de los activos, lo que permite la entrada de nuevos inversores a los mercados de diverso tipo. En SoloDinero te explicamos el lado positivo de las recesiones
Una recesión consiste en el descenso significativo de la actividad económica de un país, lo que implica el crecimiento del desempleo, fallas en distintas áreas de negocio y bancarrota de industrias enteras debido a la disminución de la demanda por parte de los consumidores.
En Estados Unidos, el ente designado para declarar oficialmente la recesión es el Departamento Nacional de Investigación Económica (NBER, por sus siglas en inglés). Este ente afirma que hay una recesión cuando el declive económico se extiende por varios meses, atendiendo indicadores como los niveles de empleo, ingresos reales, niveles de compra y venta y el total de la producción industrial.
De acuerdo con datos del NBER, Estados Unidos ha experimentado 34 recesiones desde el año 1857. El promedio de duración de cada recesión ha sido de 17 meses.
Sin embargo, no todo es negativo en lo referente a las recesiones. En SoloDinero te contamos qué sentidos positivos pueden tener las recesiones.
Un rayo de luz: los aspectos positivos de las recesiones
Expertos financieros coinciden en que las recesiones, aunque se traten de un fenómeno completamente indeseable por cualquier sociedad, pueden conllevar ciertos aspectos positivos, como por ejemplo la rectificación de desbalances económicos, lo que puede llevar a mejores formas de crecimiento industrial.
Un ejemplo de esto, de acuerdo con Investopedia, podría ser la recesión de los años 1981-1982, que ocurrió debido al incremento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal en respuesta a la inflación rampante. Estas medidas, que provocaron un declive económico, ayudaron a disminuir la inflación de 11%, en junio de 1979, a 5% en octubre de 1982, lo que contribuyó al crecimiento de la economía estadounidense durante los próximos ocho años.
Otro aspecto positivo de las recesiones es que permiten terminar las inversiones de capital erróneamente colocadas en los mercados. En pocas palabras, se trata de un “reinicio” de la economía que ayuda a ver con claridad las burbujas hipotecarias u otro tipo de fenómenos especulativos.
De igual forma, el descenso general de los precios de todos los activos supone una oportunidad atractiva para la entrada de nuevos inversores en todo tipo de mercados, desde el financiero hasta el de bienes raíces.
Una recesión es una época de “destrucción creativa”: momento propicio para las innovaciones
Durante la última recesión en Estados Unidos, en el año 2020, muchos sectores económicos fueron afectados negativamente y, de hecho, aún lidian con las consecuencias (como el turismo o la industria de viajes, de acuerdo con declaraciones de Gina Raimondo, secretaria de comercio de EE.UU.).
Sin embargo, otros sectores se beneficiaron de la recesión a través de la promoción de las ventas por delivery online, como es el caso de Amazon, cuya capitalización de mercado creció rápidamente.
No solo este gigante de la venta al detal online se benefició durante la recesión de 2020, sino que todas las empresas y emprendimientos con una fuerte presencia en el internet y en redes sociales fueron favorecidas durante esta coyuntura.
El Instituto Peterson para la Economía Internacional (PIIE) indicó que el número de negocios de startups creció en un 24% desde el 2019 al 2020.
¿Está preparada la economía estadounidense para una recesión en el futuro cercano?
Es posible afirmar que ninguna economía está preparada para absorber todas las pérdidas que implican entrar en una recesión. Sin embargo, es posible ver varios aspectos positivos en la economía estadounidense a la hora de evaluar la entrada en una hipotética recesión.
Por ejemplo, el empleo en EE.UU. continúa creciendo de manera robusta. Solo en el mes de junio, se generaron 372,000 trabajos, lo que mantuvo la tasa de desempleo en 3.6% de acuerdo con datos ofrecidos por el PIIE, lo que significa que hay buenas perspectivas en torno al empleo incluso en el caso de una recesión.
Asimismo, las instituciones financieras estadounidenses se han preparado para disminuir los efectos de un hipotético colapso económico como el ocurrido entre los años 2007 y 2008. De hecho, la Reserva Federal indicó que 34 de los bancos más grandes de Estados Unidos podrían mantener los préstamos comerciales aún en medio de las recesiones más severas.
En el campo de las bienes raíces, los precios no se desplomarían tanto debido a que, por los momentos, el inventario no parece alcanzar la demanda de los consumidores, lo que acolchonaría cualquier derrumbe eventual de precios.
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