Las implicaciones financieras que tienen las tres formas de separación de una pareja en Estados Unidos

Cuando una pareja decide casarse, muchos aspectos de las finanzas individuales deberían ajustarse. Los acuerdos son primordiales. No obstante, cuando hay una separación, los temas de dinero suelen complicarse. En Estados Unidos, hay tres formas de separación reconocidas socialmente y cada una tiene sus propias características, mismas que impactan en las finanzas de los excónyuges.

Cuando los matrimonios deciden poner fin a su relación, pueden hacerlo en forma de una separación emocional, separación legal o divorcio. Cada uno de estos aspectos determina la manera en la que se pueden llegar (o no) a los acuerdos de la separación, en los que invariablemente se tocará el tema del dinero. Asimismo, es importante tomar en cuenta que cada estado tiene sus propias leyes en torno a los divorcios, por lo que algunas especificaciones podrían variar, dependiendo del lugar en el que vivas.

Las finanzas en una separación informal (emocional)

Se le conoce separación informal o de índole emocional, cuando la pareja opta ya no estar junta, pero quedan de mutuo acuerdo la separación de bienes, aun cuando el estado los considere legalmente casados. Es una separación cordial entre las partes en las que, en la mayoría de los casos, ninguno queda insatisfecho, financiera y sentimentalmente.

Aun cuando no sea una separación formal, es recomendable realizar un acuerdo de separación por escrito. Este es un contrato entre los excónyuges donde se aclara cómo manejarán las obligaciones financieras y familiares.

Este acuerdo puede ser muy importante, ya que establece cuestiones como quién se queda con la casa o los autos; cómo manejará las deudas antiguas y nuevas; cómo dividirá las finanzas conjuntas; y cómo manejará la custodia de los hijos. Lo que debe quedar claro es que a pesar de este acuerdo, en caso de que surja algún conflicto entre las partes, el tribunal puede distribuir esos bienes de manera diferente durante un divorcio.

También puede darse una separación informal no consensuada, lo que puede generar un litigio posterior. Muchas personas asumen que al mudarse y ya no vivir juntos han terminado su matrimonio. Legalmente, no es así en todos los estados, por lo que uno de los cónyuges podría reclamar derechos pertenecientes en el matrimonio a raíz de la separación informal.

También hay estados en los que se reconoce como separación efectiva basada en la residencia. En estos lugares, si los cónyuges tienen residencias legales separadas y se han mantenido así por el tiempo suficiente que dictamine su ley, es posible que el estado reconozca la terminación formal del matrimonio.

Las finanzas en una separación legal

Una separación legal se encuentra a medio camino de la separación informal (aún matrimonio) y el divorcio, ya que ambas partes permanecen casadas, pero establecen derechos financieros, de custodio y de propiedad.

De alguna manera, el acuerdo por escrito de la separación informal, puede adquirir validez presentándose ante la corte de tu estado para legitimar la separación. El tribunal debe aprobar cualquier acuerdo de separación, incluida la división de bienes y los acuerdos de custodia de los hijos.

No obstante, cuanto más complicadas sean tus finanzas y más grande sea tu familia, más cerca estará de ser un proceso formal de divorcio en términos de duración y complejidad.

La separación legal puede ser una condición temporal o indefinida. Algunos estados permiten separaciones permanentes, mientras que otros requieren que eventualmente te divorcies. Aún hay estados que no tienen una opción de separación legal, por lo que ahí la única opción será el divorcio.

Las finanzas en un divorcio

El divorcio es el proceso formal y legalmente establecido en el que pones fin definitivo a tu matrimonio, sin huecos legales.

Se puede decir que hay dos tipos de divorcios: aquellos en los cuales ambas partes llegan a un acuerdo amistoso y sólo firman los papeles pertinentes para dar fin a su matrimonio o aquellos que llegan a litigio en un proceso largo, complicado y desgastante en los tribunales, un divorcio contencioso. En cualquiera de los casos, es la corte la que avala la división de bienes y responsabilidades conyugales, incluida la custodia de los hijos, los bienes y las deudas importantes.

Aunque las partes están legalmente separadas y no tienen autoridad moral ni obligación sobre la otra persona, aún pueden mantener una relación de paternidad, si tuvieron hijos, o contractual, si tienen negocios en conjunto.

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