Más peligrosa que una tarjeta de crédito: la creciente tendencia online del “compre ahora, pague después”

Sin un límite de gastos definido, el comprador puede caer en una espiral sin retorno

Esta método de "compra ahora, paga después" se ha popularizado durante esta pandemia con las ventas en internet.

Esta método de "compra ahora, paga después" se ha popularizado durante esta pandemia con las ventas en internet. Crédito: Cottonbro | Pexels

Dependiendo de la tienda, es posible que si has realizado una compra en línea hayas podido ver la nueva opción que te ofrecen de posponer el pago de un artículo en su totalidad de una manera directa: el “compra ahora, pague después” (buy now, pay later).

Esta nueva forma de pago funciona como un crédito al permitirte pagar un artículo en cuotas, sin importar su valor. Los compradores deben proporcionar su nombre, dirección de facturación, fecha de nacimiento, dirección de correo electrónico y número de contacto, además de que algunos sitios podrían someterte a una verificación de crédito ligera para aprobar tu solicitud. Tras completar el pedido, podrías pagar tu producto en semanas o meses y el cargo se te haría automáticamente de tu tarjeta de crédito o débito.

De acuerdo con CNN Business, las tiendas están apostando al “comprar ahora, pagar después” como una forma de llegar a los consumidores más jóvenes y mantenerse al día con el rápido cambio hacia las compras en línea durante la pandemia. Está especialmente pensada para miembros de la generación millennial y Z, quienes tienen pequeños ingresos, poco puntaje de crédito y desconfían de las tarjetas de crédito. De hecho, son estos jóvenes con ingresos los que prefieren enlazar sus tarjetas de débito para pagar sus compras con este método.

Klarna es una de las compañías detrás del concepto, aunque tiene en Affirm y Afterpay a sus competidores más acérrimos, quienes manejan varios clientes y minoristas en los últimos meses. Además, en agosto, PayPal saltó a la palestra con “Pagar en 4”, su opción de pago a plazos para compras entre $30 y $600 dólares durante un periodo de seis semanas.

Aunque pudiera parecer que funcionan como una tarjeta de crédito, pueden ser un poco más riesgosas. Si no pagas a tiempo por tu artículo en el plazo estipulado, podrías recibir cargos por mora y pagar intereses sobre el saldo. Además de que, a diferencia de los plásticos los cuales te manejan un límite de crédito, podrías caer en la trampa de gastar más de lo que realmente puedes pagar.

“Si no puedes darte el lujo de comprar un boleto pequeño en efectivo o con una tarjeta de crédito estándar, ¿deberías siquiera hacer la compra?“, reflexionó Bruce McClary, representante de la National Foundation for Credit Counseling, una organización sin fines de lucro, para CNN. Los clientes “tal vez quieran considerar trabajar en [sus] desafíos presupuestarios antes de agregar otra deuda a la lista”.

De acuerdo con expertos consultados por la cadena estadounidense de noticias, varios son los factores que han convergido durante la pandemia para ampliar el atractivo de este método de compra a plazos. Los consumidores están comprando más en línea mientras se quedan en casa. La mayoría de los proveedores líderes de “compra ahora, paga después” tienen opciones de pago integradas en los sitios web de los minoristas, lo que facilita a los clientes elegir la opción de “aplazar pagos” cuando realizan el pago.

Sin mencionar que estos mismos compradores tienen problemas de efectivo derivados de las complicadas condiciones económicas provocadas por la pandemia, por lo que incluso es posible que más que una decisión, se vuelva una necesidad temporal.

Los cargos por pago atrasado pueden variar de plataforma. Para Klarna es una tarifa de $7 dólares; para AfterPay es una tarifa de $8 dólares; Affirm no cobra una tarifa por mora y PayPal aclara que la cantidad que se les cobra a los consumidores varía de un estado a otro.

Si no quieres caer en un espiral sin retorno con este método de pago, recuerda nunca comprar algo que no te puedes dar el lujo de pagar. Si es para alguna necesidad, entonces siempre ten presente que lo que hayas adquirido tendrás que liquidarlo antes del plazo mencionado para evitar que tengas problemas financieros más graves. La gran desventaja de esto es que pone a prueba tus propios impulsos de compra a diferencia de una tarjeta de crédito que te impone un límite determinado para tus gastos.

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