Por qué deberías considerar que la primera casa que compres sea una propiedad de inversión

Una de las metas financieras más importantes entre las personas es la de comprar una casa. Todos tienen el sueño de tener su propia vivienda. Si su vida y sus finanzas lo permiten, dejan una propiedad de inversión para la segunda o tercera casa que compren. Hoy te diremos por qué deberías considerar hacerlo al revés, es decir, que tu primera casa sea de inversión.

Luego de la crisis hipotecaria de hace poco más de 10 años, muchas personas se volvieron recelosos en la eficiencia de invertir en bienes raíces. Antes de que esa burbuja reventara, comprar una o más casas de inversión parecía un buen negocio; luego de ese complicado periodo en Estados Unidos, los precios de las viviendas disminuyeron dramáticamente, provocando que las personas interesadas en propiedades de inversión se preguntaran: ¿realmente es una buena idea?

Una manera de aminorar las preocupaciones sobre si comprar una casa valdrá la pena es poniendo en alquiler la primera vivienda que adquieras. Se lee más fácil de lo que es, pero debes tener tus propias medidas de prevención. Al convertir tu primer hogar en una propiedad de inversión, puedes aprovechar tu crédito y tu actual estilo de vida para sacarle provecho.

También hay que tomar en cuenta que esta propuesta podría no ser la mejor para todos. Hay ciertos procesos de vida como estudiar una carrera, alquilar una vivienda, conseguir un buen trabajo, ahorrar, casarte y, hasta ese momento, pensar en comprar una casa. Que sea común, no quiere decir que sea lo mejor para todos. Si tienes la fortuna de graduarte a los 22 años y tener un trabajo de 5 a 6 cifras, ¿por qué no acelerar el proceso de inversión?

Aunque la gran mayoría de los jóvenes ni siquiera reflexionan sobre sus prioridades financieras hasta determinado tiempo, y disfrutan de la vida entre compras, vida independiente y viajes, podrían aprovechar los años que tienen por delante, porque entre más joven, más capacidad de tolerancia al riesgo tienes.

Si somos estrictos, la vida de un joven independiente no tiene alta demanda de responsabilidad financiera. Para muchos, vivir frugalmente fue parte de su costumbre como universitario, por lo que tienen un estilo de vida barato. Cuando comienzan a ganar dinero, podrían detener la cartera un poco más, estirar su dinero como hasta entonces lo han hecho y así poder aspirar a que su primera casa sea una propiedad de inversión.

Mientras pagas un alquiler, puedes ahorrar y generar crédito suficiente para calificar a un préstamo hipotecario antes de lo que te imaginas. Y si mantienes tu estilo de vida frugal, es posible que al comprar tu primera casa la tengas como propiedad de inversión. Al ponerla en alquiler, ese pago que recibas puede ir directamente a la hipoteca y quizás hasta tengas algo de sobra para pagar la renta del lugar donde vives.

Aun cuando los precios de las viviendas han estado subiendo estratosféricamente, todavía tienes opciones para encontrar propiedades relativamente baratas. La mayoría de los mercados inmobiliarios presentan muchas ofertas a los compradores potenciales en forma de ventas en dificultades. Las ventas en dificultades son casas o propiedades que por lo general han sido embargadas y que el banco está dispuesto a vender con pérdidas para liquidar sus libros. Estas ventas en dificultades también ayudan a reducir el costo de todas las propiedades en el área.

Si está en tus posibilidades conseguir una hipoteca, realizar tus pagos mensuales y alquilar la propiedad como una fuente de ingresos, entonces convierte de tu primera casa un negocio lucrativo para ti.

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