Por qué el cheque estímulo sería “lo menos importante” de un próximo paquete de ayuda gubernamental, según un economista

Para esta especialista hay otras formas más efectivas de ayudar a la gente y la economía del país

Para esta profesora de economía en Franklin & Marshall College, los pagos de estímulo no ayudan la economía del país.

Para esta profesora de economía en Franklin & Marshall College, los pagos de estímulo no ayudan la economía del país. Crédito: Chris S | Pixabay

Es casi un hecho que el Congreso no va a avalar un segundo cheque antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. Tras la confirmación de Amy Coney Barrett como nueva jueza de la Corte Suprema de Estados Unidos, el líder republicano, Mitch McConnell, señaló que el Senado tendría una pausa de actividades y reanudarían hasta el 9 de noviembre.

Pero en esta ocasión, el parón y las trabas legislativas no son lo importante. El CBS local de Boston dio a conocer que hay una economista que considera que el cheque de estímulo es “lo menos importante” en la promulgación de un nuevo paquete de ayuda gubernamental, dentro de todas los beneficios que pretenden brindar los legisladores.

Ni republicanos ni demócratas ceden en sus pretensiones de apoyo. Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, mantiene firme la propuesta demócrata de $2.2 billones de dólares en apoyos, mientras Steven Mnuchin, secretario del Tesoro, contemplaba un presupuesto de $1.9 billones de dólares, divergencias en las que no llegaron a un acuerdo antes de las elecciones. Sin embargo, y a pesar de las diferencias, todos coinciden en un cheque de estímulo de $1,200 dólares.

Yeva Nersisyan, profesora asociada de economía en Franklin & Marshall College, considera que cuánto más grande sea el paquete de estímulo, mejor. “Hay buenas formas de llegar a los déficits públicos y hay malas formas. La buena forma es hacerlo de manera proactiva. Si no hace nada y hay una recesión, habrá un déficit independientemente, debido a los beneficios de desempleo, más personas se vuelven elegibles para cupones de alimentos y Medicaid. Por lo tanto, está gastando más en esas cosas y sus ingresos fiscales se están desplomando, porque hay menos ingresos para gravar. Por lo tanto, el déficit aumentará independientemente, y la caída de los ingresos fiscales es un factor muy importante en eso. Sin embargo, si estimula proactivamente la economía, le pone un piso, evita esa fea forma de obtener un déficit y potencialmente termina con déficits más pequeños. Pero la cuestión es que no hay nada de malo en hacerlo a lo grande”, asegura.

En pocas palabras, si por diversas necesidades, políticas, económicas o incluso electorales, los legisladores requieren un proyecto de ley conservador, con un presupuesto más pequeño, entonces, los controles de estímulo podrían eliminarse. Tal cómo lo leíste, podrían quitar los cheques de estímulo de una segunda ley. De acuerdo con esta economista, los pagos no están dirigidos a personas que los necesitan durante una recesión.

“Si obtengo un cheque de estímulo, no lo voy a gastar”, dice Nersisyan. “Lo voy a guardar, porque no hay nada en qué gastarlo. Pero alguien que perdió su trabajo y obtiene beneficios por desempleo, definitivamente está gastando el dinero. Ese dinero se recircula de nuevo a la economía más que los controles de estímulo”.

Nersisyan considera que hay maneras más inteligentes de enviar el presupuesto para cubrir las verdaderas necesidades de aquellos que más lo requieren que enviando un pago a personas que califiquen con un ingreso inferior a $99,000 dólares.

Por ejemplo, “si pudiera hacer otra protección de cheque de pago, o simplemente hacerse cargo de la nómina como lo han hecho otros países, sería ideal, porque entonces la gente sigue apegada a sus empleadores (…) Pero también están las personas que ya han perdido su trabajo de las que cuidar. Entonces, la extensión de las prestaciones por desempleo, idealmente, ése sería el número dos”.

“Los controles de estímulo son los menos importantes”, asegura Nersisyan. “Mientras que para los beneficios de desempleo, la mayor parte probablemente se gaste en cosas como alquiler y comestibles, etc. Entonces se pone eso en el bolsillo de otra persona, para que puedan gastar. Por lo que continúa su viaje por toda la economía. Mientras que si lo pongo en mi cuenta bancaria y no lo gasto, simplemente se queda ahí. En realidad, no es un estímulo”, concluyó.

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