Trabajadoras domésticas de San Francisco podrían ser las primeras en recibir licencia por enfermedad en Estados Unidos

Este miércoles se discute en San Francisco una propuesta para que trabajadoras domésticas puedan obtener uno de los beneficios más valorados actualmente por la fuerza laboral estadounidense: la licencia por enfermedad pagada.

Entre los cientos de situaciones que la pandemia hizo visibles para varios sectores productivos de Estados Unidos, debido a las preocupaciones de salud y pérdida de ingresos que generó el Covid-19, es la imperante necesidad de aprobar una ley que permita que los trabajadores de varios rubros del país adquieran el beneficio de la licencia por enfermedad sin pérdida de sueldo. Las trabajadoras domésticas suelen enfrentarse en la disyuntiva de cuidar su salud o mantenerse activas a pesar de estar enfermas para no perder sus ingresos del día.

Desde este martes, trabajadoras del hogar, organizaciones sociales y supervisoras impulsan una propuesta, que hicieron pública, ante el Ayuntamiento de San Francisco.

Desde 2006 existe un derecho en el condado, pero resulta difícil de solicitar para las trabajadoras del hogar, según afirma la supervisora Hillary Ronen. La Ley de San Francisco permite que cada trabajador gane una hora de enfermedad pagada por cada 30 horas de trabajo. A lo que se refiere Ronen es que el proceso para que las empleadas domésticas obtuvieran el beneficio es más complicado, debido a que laboran para muchos empleadores.

“(Esta propuesta) permite a una trabajadora doméstica juntar todas las horas trabajadas para varios patrones en una cuenta de banco para que pueda empezar a acumular tiempo pagado para enfermedades”, indicó.

El proyecto señala que los empleadores realicen una aportación frecuente en un fondo que se ocuparía cuando las trabajadoras del hogar del condado requieran faltar por una cuestión de salud y no pierdan sus ingresos. Ronen explicó que se prevé la creación de una aplicación digital para facilitar este proceso de aportaciones y solicitudes de las expertas de la limpieza.

“Obliga a la ciudad a crear una app para que sea fácil para los patrones y las trabajadoras domésticas anotar las horas trabajadas y calcular la pequeña porción, el beneficio que debe cada patrón”, indicó.

Otro serio problema por el que se enfrentan las trabajadoras del hogar es la escasez de trabajadores y centros de cuidado infantil. No son pocos los testimonios de las empleadas domésticas que comentan que no pueden darse el lujo de dejar de trabajar incluso enfermas para poder hacerse cargo de sus hijos.

Organizaciones comunitarias y supervisoras que se han sumado a esta lucha esperan que, de aprobarse en San Francisco, otras ciudades de la Bahía mejoren las condiciones de las trabajadoras del hogar locales.

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