6 cosas financieras que deberías contemplar si crees que no puedes jubilarte (o no quieres)
Te jubiles o no, es importante que preveas ciertos aspectos de tus finanzas para que tu bolsillo no sufra
Para algunas personas la jubilación no es una opción, no porque no la deseen, sino porque hay veces que sus ingresos no son los suficientes mas que para vivir al día, su tipo de trabajo no les permite aspirar a un Seguro Social o incluso a tener alguna cuenta 401(k) especializada para el retiro. También existen aquellos que no quieren dejar de trabajar por lo que jubilarse no está en sus planes.
La gran mayoría de los trabajadores promedio en Estados Unidos tiene menos de $88,000 dólares ahorrados para la jubilación, según una encuesta de 2018 realizada por Northwestern Mutual. Si crees que no podrás jubilarte o simplemente no quieres hacerlo, de todas formas hay 6 cosas financieras que deberías hacer desde estos momentos para evitar que sufras de dinero en tus años dorados, aun cuando sigas trabajando.
1. Planifica tu futuro
El primer paso en cualquier situación financiera es la planificación. Si supones que no contarás con un retiro digno, debes prepararte lo antes posible. Desde antes de llegar a una edad avanzada, contempla como son tus gastos en estos momentos y cómo lo serán después. Aun cuando tengas un trabajo estable, toma en cuenta que conforme avance tu edad es posible que sufras de reducciones de ingresos, por lo que debes mejorar tus hábitos de consumo y mantener tus gastos bajos. Y es importante que desde ahora te entrenes para que no tengas que sufrir de un cambio brusco en tus finanzas.
2. Ten un fondo de emergencia sí o sí
Crear un fondo de emergencia no debería ser exclusivo para solventar una tardía jubilación, sino que debería ser parte de tu plan financiero a cualquier edad. La idea es juntar entre seis a nueve meses de ahorro equivalente a similar cantidad de ingresos; pero si tu plan es no jubilarte, entonces te conminamos a que no tengas una cantidad límite, sino por el contrario no dejes de ahorrar nunca.
Si tienes un seguro de vida y lo consideras pertinente debido a que tus hijos son adultos o no tienes cónyuge, es posible que puedas vender tu póliza en algún momento de tu madurez y con esos fondos sumarlos a tu cuenta de ahorros.
3. Cuida tu salud siempre
Si realmente crees que no te vas a jubilar o mucho menos quieres hacerlo, para mantenerte trabajando debes estar lo más sano posible. Una de los mayores gastos previsible y aún así indefinidos son aquellos que tienen que ver con servicios médicos, mas si no te cuidas. Haz ejercicio, come sanamente y procura no tener algún vicio dañino para tu organismo.
Sin importar si te jubilas o no, no dejes pasar la oportunidad de inscribirte a Medicare. Este programa está diseñado para ayudar a pagar las primas mensuales, los deducibles anuales y copagos de medicamentos recetados y ciertos servicios médicos. Si tienes bajos ingresos, Medicaid es otra opción disponible.
4. Reduce en todos los sentidos (menos los ingresos)
Si lograste comprar o construir tu propia casa, muy posiblemente la pensaste para tu familia completa, para que tus hijos pudieran desarrollarse lo mejor posible; pero cuando crecen, lo mejor es reducir la vivienda para bajar los costos de mantenimiento. Considera vender una casa grande para mudarte a otra más pequeña o incluso alquilar.
En este sentido, también puedes contemplar mudarte a un estado más barato. Las ciudades son más caras y el ritmo de vida puede ser muy exigente. Si no te vas a jubilar, es posible que puedas encontrar algún estado asequible para ti y tus finanzas en el que requieran de tu experiencia laboral.
5. Saca efectivo de tu casa
Cheapism señala que si no quieres reducir el tamaño o mudarte, los sitios confiables de alquiler a corto plazo como AirBnB y Vrbo pueden ayudarte a complementar tus ingresos alquilando una habitación, una segunda residencia o incluso ofrecer tus habilidades y talentos especiales a los visitantes.
Si quieres otra opción, puedes sacarle provecho a la hipoteca inversa. Tiene este nombre porque el prestamista es el que debe hacerte pagos mensuales a ti, en forma de préstamo pagadero hasta que vendas o el propietario fallezca.
6. Ahorra, ahorra, ahorra
Aun cuando pudieras tener Seguro Social, es importante que siempre tengas en la mente ahorrar, no sólo en forma de fondo de emergencia. Si no tienes una cuenta de jubilación 401(k) por parte de tu trabajo, acércate a recursos humanos para ver cómo puedes abrir una. También existen las cuentas 403(b) e IRA. La gran diferencia entre cada una son los límites de contribución, donde las cuentas de jubilación individual (IRA) tienen límites más pequeños y alcanzables para sus propietarios.
Pero que esto no te desanime, al contrario, si sabes manejar tus finanzas desde que eres laboralmente activo, tienes la costumbre del ahorro desde siempre y reduces al mínimo tus gastos, tu bolsillo no va a sufrir tanto te jubiles o no.
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