Cheque de estímulo: cómo han ayudado a los bolsillos de los estadounidenses

Las tres rondas de pagos de impacto económico podrían haber dado en sí mismos poco más de $10,000 dólares a una familia estadounidense promedio de cuatro integrantes

Hasta ahora, el gobierno de Estados Unidos encabezado, en primera instancia, por el expresidente Donald Trump y, actualmente, con la administración de Joe Biden, ha entregado tres cheques de estímulo a causa de la pandemia. Para la sociedad, estos pagos han sido un alivio tras el parón económico que tuvo que suscitarse para contener al Covid-19. Pero ya han transcurrido cerca de cinco meses desde que se aprobó el último pago de impacto económico, por lo que es momento de revisar cómo han ayudado a los bolsillos de los estadounidenses.

Para mayo de 2021, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) había enviado más de $850 mil millones de dólares en cheques de estímulo a los contribuyentes elegibles.

Cada uno de los estímulos han tenido sus propias características, pero han compartido los criterios de elegibilidad en general:

• Contribuyentes solteros con ingresos inferiores a los $75,000 dólares al año.
• Contribuyentes jefes de familia con ingresos inferiores a los $112,500 dólares al año.
• Matrimonios que declaran impuestos en conjunto con ingresos inferiores a los $150,000 dólares al año.

La Fundación Peter G. Peterson descubrió que aproximadamente el 92% de los hogares que ganan menos de $75,000 dólares obtuvieron los pagos de impacto económico, también conocidos como cheques de estímulo, en comparación con sólo el 50% de los hogares que ganan más de $150,000 dólares.

Las tres rondas de cheques de estímulo han tenido un valor máximo de $3,200 dólares por contribuyente individual; $6,400 dólares por pareja casada; y hasta $2,500 dólares por cada dependiente calificado. Eso significa que un hogar de tamaño promedio de cuatro integrantes podría haber recibido más de $10,000 dólares en total, lo suficiente como para alterar drásticamente su situación financiera.

El Centro de Investigación sobre la Jubilación de Boston College, que utilizó las encuestas anuales de Survey of Household Economics and Decision-Making, descubrió que, entre los encuestados que mantuvieron sus trabajos durante la pandemia, la proporción que tendría dificultades para cubrir un gasto de $400 dólares había caído del 41% en 2019 al 33%, 31% y 37% en diferentes momentos en 2020.

En el análisis también se identificó la tendencia de uso. Con la primera ronda de $1,200 dólares, el 62% de los que mantuvieron su trabajo lo gastaron y el 81% de los que habían perdido su trabajo hicieron lo mismo. Con el segundo cheque, el más pequeño de $600 dólares, la tendencia fue del 27% y el 24%, respectivamente. Para el tercer cheque de estímulo, poco más de uno de cada cinco estadounidenses optaron por gastarlo.

En buena medida, éste fue un aliciente para utilizar los cheques de estímulo de otras formas. Conforme la proporción que gastaba el dinero disminuía, cada vez más personas optaban por ahorrar o saldar las deudas, lo que se reflejó más fehacientemente durante la última ronda, permitiendo mayor estabilidad financiera personal en el país.

Pero estos hallazgos se basan únicamente en contribuyentes que recibieron los pagos y mantuvieron su trabajo, pero la realidad del grueso de la población estadounidense es otra: pérdida de empleo.

El 14 de abril, el Proyecto de Seguridad Económica publicó un informe donde se señaló que los controles de estímulo han jugado un papel fundamental en la lucha contra la pobreza, aumentando los ingresos de las pequeñas empresas y aumentando los ingresos estatales y locales.

En el reporte, se pidió al gobierno que continúe enviando un cuarto y quinto cheque de estímulo para sacar de la pobreza a 12 millones de estadounidenses adicionales. El pago de estímulo de $1,400 dólares más reciente para 16 millones de personas no es suficiente para cerrar los desequilibrios en la pobreza, los ingresos y la riqueza entre los ciudadanos blancos y los de las minorías, como los latinos.

En el estudio de abril, el 60% de las personas dijo que los cheques de estímulo de $1,400 dólares sólo les durarán de tres a cuatro meses. Ese plazo ya venció. Sin embargo, para muchos de estos contribuyentes, ahora tienen la oportunidad de tener un alivio recurrente con los pagos parciales del Crédito Tributario por Hijos.

Si bien este crédito fiscal no es un cheque de estímulo, muchos han sugerido que es mejor que eso por la cualidad de recibir pagos mensuales hasta que finalice el año, lo que permitirá tener ingresos para cubrir gastos familiares y de los hijos con ese dinero. De hecho, sumados a los cheques de estímulo, una familia promedio podría tener poco más de $15,000 dólares en todo el año en pagos gubernamentales.

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