Cómo es la regla del 1% con la que controlarás las compras compulsivas

Hay personas que van al supermercado o a las tiendas con un plan de compra específico, ya sea para comprar alimentos o algún artículo en particular que necesitan. También existen las personas que entran a cualquier establecimiento y, tal como si fueran un imán, salen con bolsas y bolsas de cada lugar que visitaron, aun cuando no lo necesitan. A esto último se le conoce como compras compulsivas y si tú no tienes este autocontrol, existe la regla del 1% que te podría ayudar.

En buena medida, el síndrome FOMO, por sus siglas en inglés Fear of missing out, o el miedo a perderse algo, es la ansiedad que se genera en las personas que consideran que podrían no tener grandes experiencias y satisfacciones. Por una parte, ves productos que muchos tienen y provoca que tú los desees. Y, por otra parte, las grandes ofertas y descuentos fomentan sensaciones de oportunidad en el que, si no lo compras en ese instante, podrás haberte perdido de un gran ahorro.

Los compradores compulsivos suelen tener alguna de estas características del síndrome FOMO. Lo peor es que, en la gran mayoría de las ocasiones, se endeudan con tarjetas de crédito para poder solventar su compra.

Si te sientes identificado, aquí te explicamos cómo es la regla del 1% que podría ayudarte a controlar tus impulsos de comprar. Claro, como todo proceso psicológico, requiere de esfuerzo, disciplina y constancia para conseguir el éxito.

Glen James, experto sobre finanzas de Australia conocido por su podcast My Millenial Money, desarrolló una propuesta que podría determinar cuánto dinero gastar en cosas que disfrutas y te hacen feliz sin ir a la quiebra: la regla de gasto del 1%. Esta propuesta surgió luego de que su creador compró un Apple Watch que no tenía contemplado adquirir por $1,300 dólares.

La regla del 1% es muy fácil, con base en su propuesta, cuando algo que deseas comprar supera el 1% de tu ingreso bruto anual, deberías esperar y ahorrar para conseguirlo. Esta regla se aplica a los gastos discrecionales, para cosas que deseas, pero no necesitas, como zapatos, ropa o tecnología, que suele ser muy costosa para muchos bolsillos.

Por ejemplo, si tu salario bruto anual es de $50,000 dólares y deseas comprar una computadora que cuesta $500 dólares, que es el 1% de los $50,000 dólares al año, deberías parar un momento y preguntarte si realmente la necesitas o es un lujo. Salvo que sí la necesites, es posible que puedas conseguir una opción más barata.

Además, en la dinámica de James, detenerse y repensar la compra en las próximas 24 horas, brinda mayores posibilidades de control.

La regla del 1% funciona mejor si ganas menos de $200,000 dólares y los pagos de tu deuda ya no son manejables, según James. Si un límite del 1% te parece demasiado alto, puedes limitarlo a la mitad o un cuarto de ese porcentaje, lo importante es que seas disciplinado con ello y controles tus impulsos.

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