Los 6 errores que debes evitar al nombrar a un beneficiario de una cuenta bancaria

Aunque la designación de beneficiarios es un proceso sencillo, muchas personas cometen errores esenciales que podría hacer que tu dinero caiga en las manos que no deseas

designacion de beneficiarios de una cuenta bancaria

Designar a un beneficiario es una acción sencilla y muy importante sobre tus cuentas bancarias. Crédito: Shutterstock

Cuando abres una cuenta bancaria es importante agregar un beneficiario, quien podría recibir el efectivo en caso de que algo te pase, especialmente si falleces. Sin embargo, aunque en teoría es fácil poner a un beneficiario en cualquier cuenta, sin importar qué es (cuenta de cheques, de ahorro, de jubilación, de corretaje), se suelen cometer ciertas equivocaciones, que podría afectar la sucesión de los recursos a las personas que deseas.

La designación de beneficiarios es un requisito que suelen tener cualquier tipo de cuenta bancaria en Estados Unidos, en la que puedes elegir a una o más personas a las cuales repartir los fondos de esa cuenta, si falleces. En ocasiones, es posible incluso determinar el porcentaje de división del efectivo.

No obstante, aunque este proceso es relativamente sencillo, hay 6 errores comunes que debes evitar al nombrar a un beneficiario de una cuenta bancaria.

1. No avisarles a tus beneficiarios

Un beneficiario no podrá cobrar el dinero de tu cuenta bancaria si algo te pasa, si para empezar no sabe que es tu beneficiario. En el momento en el que abres la cuenta y designas a alguien, es tu responsabilidad avisarle a esa persona que lo has puesto como beneficiario. Incluso puedes resolver sus dudas y explicarles lo que debe hacer en el caso de que fallezcas.

2. No actualizar tus beneficiarios en cambios importantes de vida

Un cambio importante de vida, como una boda, un divorcio, el fallecimiento de un cónyuge, el nacimiento o la adopción de un hijo, es motivo de una revisión y una actualización de tus beneficiarios. Por ejemplo, si habías puesto a tu esposo o esposa como beneficiario de tu cuenta bancario y tras un divorcio, tal vez no quieras que tu excónyuge siga siendo beneficiario, por ello debes hacer el cambio para que tu dinero no caiga en personas que no deseas.

También es recomendable que, desde un primer momento, agregues beneficiarios contingentes que son personas significativamente más jóvenes que tú y que no recibirán nada a menos que todos los beneficiarios primarios mueran primero o rechacen la herencia.

3. Dejas cuentas sin beneficiarios

Poner a un beneficiario en una cuenta de cheques no necesariamente quiere decir que es la persona que recibirá el efectivo de tu cuenta de ahorros o de jubilación, aun cuando sea del mismo banco o institución financiera. Una cuenta en la que no designas un beneficiario es una cuenta destinada a sucesión. Adquiere el hábito de designar un beneficiario cada que abres una nueva cuenta bancaria.

4. Pon a todos los beneficiarios que deseas

Los nombres que estén como beneficiarios de tu cuenta, son quienes recibirán el efectivo de tu dinero cuando fallezcas. Si alguien te falta, es cierto, no tendrás que lidiar con ningún problema; pero si, por ejemplo, tienes un hijo y no lo tienes como beneficiario, puedes fomentar líos legales de la herencia entre lo que tienes en tu testamento y quién haya recibido el dinero de tu cuenta.

5. No conciliar tu testamento con la designación de beneficiarios

Y hablando de tu testamento, si bien es probable que tus designaciones de beneficiarios anulen lo que diga tu testamento sobre quién recibe qué, no se garantiza que sea así, y cualquier confusión o disputa que resulte puede retrasar el proceso de sucesión. Por lo tanto, es mejor conciliar tu testamento con tus designaciones. Si no estás seguro de cómo proceder, asesórate con un abogado especializado en patrimonio.

6. Poner a un beneficiario poco capaz o no listo para recibir una fuerte cantidad de dinero

Por lo general, no debes nombrar a niños menores como beneficiarios, ni a ningún adulto que necesite ayuda para administrar sus asuntos cotidianos. Incluso aplica para personas adultas en su plena facultad de capacidades mentales que no tienen el conocimiento y la preparación para manejar grandes cantidades de dinero, como pasa cuando alguien gana la lotería.

Si es tu intención poner como beneficiario a alguien con estas características y no confías en un adulto para administrar ese dinero, podrías establecer un fideicomiso revocable y designar al beneficiario de tus cuantas bancarias. Trabaja con un abogado especializado en patrimonio para personalizar el fideicomiso, según tus deseos.

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