Cuál es la relación entre tasas de interés e inflación

La inflación en Estados Unidos es la más alta de los últimos cuarenta años, por lo que el gobierno intenta disminuirla incrementando las tasas de interés. En SoloDinero te explicamos este proceso económico

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El incremento de las tasas de interés es una de las herramientas que tiene el gobierno de Estados Unidos para disminuir la inflación Crédito: Shutterstock

Es posible que hayas leído en algún momento de los tiempos recientes acerca del incremento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed).

El más reciente, de 0.75% —la subida más alta que se registra desde 1994—, fue anunciado por Jerome Powell, presidente de la Fed, el pasado 15 de junio, como parte de los esfuerzos mancomunados del gobierno de Estados Unidos para frenar la inflación.

Si te preguntas cuál es la relación entre el incremento de las tasas de interés y el freno que pretende imponer el gobierno a la inflación, en SoloDinero te lo explicamos de manera sencilla.

¿Qué es la inflación y por qué es tan alta últimamente?

Para explicar la relación entre las tasas de interés y la inflación, conviene definir este último concepto económico en primera instancia.

La inflación puede definirse como el aumento general de los precios de los bienes y servicios de un mercado determinado durante un período de tiempo específico.

La razón de esta alza sostenida de los precios suele ser provocada, usualmente, por un desequilibrio entre la oferta y la demanda, siendo la primera demasiado baja y la última demasiado alta, lo que altera el llamado precio de equilibrio.

Diversos escuelas económicas afirman que la inflación es, además, un fenómeno estrictamente monetario. Es decir, que el incremento de precios de los bienes y servicios se debe a una mayor emisión de dinero que el del número de mercancías circulantes.

A partir de esta teoría, puede afirmarse que los precios de los productos fluctúan a partir de la oferta monetaria disponible en el mercado.

Si algo caracterizó a los gobiernos durante la pandemia por COVID-19 fue el incremento generalizado del gasto público a través de estímulos económicos, es decir, por emisión de dinero por parte de las autoridades financieras principales.

De tener en cuenta que la inflación es un fenómeno monetario, se puede explicar entonces el aumento generalizado de los precios no solo en Estados Unidos, sino en el mundo entero. La Organización Económica para la Cooperación y el Desarrollo (OECD, por sus siglas en inglés) reportó que los precios aumentaron en casi cinco puntos porcentuales durante el año 2020.

El gobierno de Estados Unidos, como medida de protección económica y de respuesta a la pandemia, desembolsó aproximadamente $4.6 billones de dólares. Un estudio reseñado por la BBC demostró la correlación entre la emisión de dinero y un aumento de al menos tres puntos porcentuales a la tasa inflacionaria.

Sin embargo, la emisión masiva de dinero solo es una parte del problema inflacionario. La otra parte es la disrupción de la cadena nacional de suministros, lo que ocurrió debido al COVID-19. Una vez concluida la pandemia, y con tanto dinero en las calles, la demanda se incrementó severamente, lo que dio lugar al aumento progresivo de los precios.

Ciertos rubros como la gasolina, por ejemplo, también fueron afectados pero por una razón diferente: la invasión de Rusia a Ucrania, lo que ha desestabilizado la oferta energética global y ha elevado los precios de los combustibles alrededor del mundo.

¿Qué puede hacer el gobierno para frenar la inflación?: la relación entre las tasas de interés y el alza de los precios

Ante el alza sostenida de los precios, las tasas de interés son una de las pocas herramientas que tiene la Reserva Federal para disminuir la inflación.

Esto es debido a que el incremento de las tasas de interés limita las reservas monetarias libres de riesgo en el sistema financiero nacional, restringiendo la masa monetaria disponible para las inversiones.

Por el contrario, si la Fed disminuye las tasas de interés, incrementa la cantidad de dinero circulante necesario para las inversiones.

Al incrementar las tasas de interés, la Fed da menos incentivos para solicitar préstamos al hacerlos más costosos, y traslada esta carga al sistema bancario nacional, el cual se ve obligado, entonces, a incrementar sus tasas de interés poder mantener las tasas de ganancia adecuadas.

Como un efecto dominó, el aumento de las tasas de interés por parte de la FED afecta, por supuesto, a todos los préstamos cortoplacistas, como las hipotecas, las tarjetas de crédito y los préstamos personales para diversos fines.

El pasado 15 de junio, la agencia AP reseñaba que la tasa hipotecaria fijada a 30 años ya superaba el 6%, la cifra porcentual más alta desde antes de la crisis financiera de 2007-2009.

En pocas palabras, el aumento de las tasas de interés tiene el objetivo principal de disminuir la demanda al aumentar el costo de los créditos, lo que redundaría en una tendencia decreciente de los precios, en teoría.

¿Cuál es el peligro de subir las tasas de interés para frenar la inflación?

La razón por la que el aumento de las tasas de interés ha generado temor, a pesar de que muchos comprenden que se trata de una de las herramientas fundamentales del gobierno para disminuir la inflación, es que la disminución de la demanda podría concluir en una recesión económica.

Este es uno de los mayores temores de los inversionistas, cuyas perspectivas se han visto reflejadas en el desempeño decreciente de los principales índices bursátiles de Estados Unidos, lo que ha dado lugar a la entrada del mercado financiero en modo “bear market” o en tendencia bajista.

A raíz del incremento de las tasas de interés, economistas de Goldman Sachs han señalado que hay un 30% de probabilidades de que ocurra una recesión en el año 2023.

Y es que las tasas de interés no solo afectan los costos de los préstamos, sino que incluso pueden llegar a disminuir la tasa de ganancia de las empresas, algo que posiblemente concluya en un mayor incremento del desempleo, aunque este último fenómeno se ha mantenido estable en la mayor parte del país e incluso ha descendido en algunos estados.

Por los momentos, se esperan nuevos incrementos de la tasa de interés por parte de la Fed y una mayor restricción del gasto público, algo que ya ha sido puesto en marcha en un proceso denominado liquidación de la hoja de balance.

De acuerdo con El Economista, la cifras de recorte se ubican en $60,000 millones, provenientes de bonos del Tesoro, y $35,000 millones en valores respaldados por hipotecas.

En conclusión, las tasas de interés son una de las herramientas con las que cuenta el gobierno para estimular, o desestimular, el movimiento económico de un país.

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