Cuándo pedir un préstamo personal y cuándo no en EE.UU.
Hay situaciones en la vida en los que conviene pedir un préstamo personal y que no deberías confundir con otras circunstancias que sólo podrían provocar que te endeudes a largo plazo
Con la gran mayoría de los productos y servicios más caros a lo que costaban hace un año, los presupuestos de las personas y familias estadounidenses se agotan con mayor facilidad. La vida continúa y no se detiene, menos financieramente. Tampoco puedes permitirte dejar de lado tus aspiraciones y crecimiento personal. Un préstamo personal puede ser una solución o el inicio de un problema cuando no sabes cuándo deberías o no solicitar alguno. Por eso te diremos algunas circunstancias en las que en SoloDinero consideramos que podrías recurrir a estos productos o descartarlos para evitar endeudamiento.
¿Cuándo pedir un préstamo personal?
Para empezar, hay que quitar el mito de que pedir un préstamo personal es algo negativo. Personas de diferentes niveles económicos, empresas y hasta gobierno solicitan dinero prestado todo el tiempo para pagar algunas de sus necesidades. Entonces, ¿cuándo es bueno pedir un préstamo? Tenemos tres situaciones.
1. Adquirir algo duradero
Desde comprar un electrodoméstico de gran tamaño y costo, pasando por la adquisición de un automóvil y hasta la compra de una casa, son algunos de los artículos por los cuales sea buena idea pedir un préstamo personal, ya que sabes que te van a durar más años de uso que de deuda, y podrás pagarlo paulatinamente mes con mes.
2. Mejorar tu situación
Volvemos a pensar en una casa, porque es el reflejo más grande y tangible de mejoramiento personal; pero no es lo único. Por ejemplo, bien vale la pena pedir un préstamo para pagar la universidad, un curso o diplomado que te permitan mejorar financieramente, con mayores ingresos en el futuro. Un préstamo también puede ayudarte a financiar una inversión o un negocio propio, lo que te da la posibilidad de mejorar tus ingresos.
3. Ahorrar en intereses
Los intereses de una tarjeta de crédito son más altos que los de un préstamo. Si tienes una deuda alta, podrías consolidarla con un préstamo, y posiblemente tengas pagos únicos más reducidos que los que tendrías con un plástico. Lo importante es no volver a caer en esta dinámica para realmente mejorar financieramente.
¿Cuándo no pedir un préstamo personal?
Una de las claves es saber que existe la deuda buena y la deuda mala. En el punto anterior hablamos sobre situaciones en las que puedes generar deuda buena, porque al final, el resultado financiero va a ser más grande. Pero un préstamo personal puede llegar a ser una deuda mala si incurres en las siguientes tres situaciones.
1. Compras una experiencia única
El que muchos consumidores incurran en un préstamo personal para realizar un viaje y parezca costumbre, no quiere decir que sea lo mejor. Con este tipo de metas, es preferible ahorrar y disfrutar, que endeudarte y seguir pagando un viaje del pasado en el futuro.
2. Te impiden ahorrar
Uno de los trucos para evitar el endeudamiento y obtener libertad financiera es el ahorro. Si pides un préstamo personal, se te complica pagarlo por muy pequeño que sea y te impide crear un fondo de emergencia y ahorrar para la jubilación, entonces solicitar prestado no es la mejor opción. Jamás sacrifiques tus ahorros por una deuda de bajo interés.
3. Tu compra es muy costosa
Si bien mencionamos que pedir un préstamo personal para comprar algo duradero, también debes saber discriminar. No es lo mismo comprar un electrodoméstico primordial, como una lavadora, para ahorrar tiempo en lavar tu ropa, que comprar el último iPhone sólo por presunción. Asimismo, debes ser conscientes de tus capacidades financieras mensuales, porque es válido necesitar un automóvil, pero si no tienes para comprar y pagar uno nuevo, quizás deberías optar por un auto usado.
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