Recesión en EE.UU.: por qué no te debes preocupar si inviertes en acciones

La recesión sigue latente en los pronósticos de los expertos, por lo que muchas personas que querían invertir este año no están seguras de hacerlo: Vanguard quiere disipar dudas

inversion en acciones en recesion

Muchas personas temen invertir en acciones con los pronósticos de recesión: invertir o no invertir, he ahí el dilema. Crédito: Shutterstock

El temor de una recesión sigue latente en Estados Unidos, a pesar de que los especialistas hayan tomado un respiro en sus pronósticos, tras una leve caída de la inflación en julio. Los inversionistas, especialmente aquellos que apenas comenzaron su proceso o que quieren meter su dinero a la bolsa de valores, no saben qué hacer: si retirar su dinero e irse corriendo o guardar la calma y arriesgar su dinero. Nosotros te decimos, no tomar una decisión impulsiva ni hacer nada antes de informarte, ya que los expertos concluyen que no deberías preocuparte de una recesión.

La firma de servicios financieros Vanguard, reconocida en el sector de las inversiones en Estados Unidos, compartió algunas recomendaciones para tranquilizar a los inversionistas sobre una posible recesión en el país.

1. Siempre hay recuperación

Es cierto que las acciones de muchas compañías tienden a la caída durante la recesión; pero muchas se recuperan, incluso antes de que termine, según Vanguard.

“Durante el último medio siglo, la primera recuperación recesiva de las acciones comenzó apenas dos meses después de la breve recesión económica de 2020”, se lee en el comunicado de Vanguard. “La última recuperación comenzó 16 meses después de la recesión de 2007-2009”.

En pocas palabras, aunque te preocupe que tu dinero pierda valor en una inversión, superando la recesión, seguro tendrás mayores probabilidades de crecimiento.

2. La recesión no es para siempre

Los estragos de una recesión son dolorosos: desempleo, descapitalización, entre otras. No obstante, su duración no es eterna y, posiblemente, puede ser más corta de lo pensado. Además, cuando inviertes en acciones, lo importante es que tengas objetivos a largo plazo, que superen cualquier inflación y recesión.

Los datos de Vanguard muestran que las últimas siete recesiones oscilaron entre solo dos y alrededor de 18 meses. Para la mayoría de los inversores, eso es significativamente más corto que la duración de su plan financiero general.

Por ejemplo, si eres una persona relativamente joven que ahorra para la jubilación, es muy poco probable que esta sea la última recesión que tengas que atravesar antes de acercarse al horizonte de tu ventana de ahorro. ¿Retirarías tu dinero cada vez que eso suceda? La respuesta debería ser un rotundo “no”.

3. La inversión no es garantía (y nada tiene que ver con la recesión)

No es como jugar la lotería como muchos dicen. No obstante, aunque no depende del azar, ninguna inversión te garantiza ganancias. Es un proceso que depende de varios factores, desde los macroeconómicos como las recesiones y las inflaciones hasta los específicos como la acción en la que inviertas. Lo más que puedes hacer para combatir la angustia, es la información.

Ni los inversionistas más especializados pueden pronosticar lo que pasará con el mercado de valores. Sin embargo, tienen las herramientas informativas suficientes, el conocimiento y la experiencia para intuir qué podría pasar con su dinero invertido. Incluso hay industrias que podrían beneficiarse de una recesión y en las que podrías invertir. No obstante, y lo repetimos, las inversiones no son garantía de ganancias, aunque en la gran mayoría de las ocasiones eso suceda.

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