Las 5 señales de que deberías migrar de un trabajo de tiempo completo a uno de medio tiempo
Aunque un trabajo de 9 a 5 es una gran opción profesional para muchos, es posible que tampoco sea lo mejor para todos y quizás deban cambiar a un empleo de medio tiempo
Una de las claras señales de que quizás deberías de cambiar de trabajo por uno de un horario más flexible es el agotamiento. Crédito: Shutterstock
Un trabajo de tiempo completo es igual a 40 horas de tu semana. Si contáramos con que duermes 8 horas diarias, quiere decir que consume un tercio exacto de tu vida diaria, sin contar las horas extra que le proporcionas. Aunque un trabajo de 9 a 5 te puede generar un sinfín de beneficios, empezando con un buen salario, no siempre es la mejor opción para todos, ni física, ni mental, ni emocionalmente. Si te has preguntado si deberías renunciar y buscar otras opciones, aquí te dejamos 5 señales de que es momento de abandonar tu actual empleo de 8 horas diarias por uno de medio tiempo.
1. Te falta motivación
Si es cada vez más pesado para ti despertar por las mañanas, especialmente cuando tienes que ir a tu trabajo, quizás es momento de moverse. Durante el 2021 y parte del 2022, se gestó un movimiento en Estados Unidos conocido como la Gran Renuncia. La mayoría de los abandonos se debieron a la falta de satisfacción de su empleo, incluso sin contar su remuneración. La falta de motivación puede parecerse a la sensación de la depresión. Entre los síntomas que puedes sufrir es tristeza, miedo, falta de sueño o dormir demasiado, ansiedad, mal humor, entre otros. En pocas palabras, tu empleo ya no te hace feliz.
2. No tienes tiempo para descansar ni para comer
Y ojo, es muy posible que nada tenga que ver con la dinámica que lleves con tu empleador, quizás no tienes una exigencia de parte de tu superior, sin embargo, la carga de trabajo y los pendientes no dejan que tomes un respiro, ni para comer en tus horas. Aunque por derecho los empleados deben tener una hora de comida, en muchas ocasiones son los propios trabajadores los que no la toman. Si tú eres uno de ellos, eso no es nada bueno.
3. El trabajo afecta tu estado de ánimo
El estrés y la insatisfacción pueden llevar a que tus estados de ánimo se vuelvan impredecibles: un momento puedes estar ansioso y al otro irritable o deprimido. Aunque es recomendable que asistas con un especialista para determinar las causas, ya que pueden ser un sinfín de ellas, cabe la posibilidad de que sea tu trabajo el que te ponga de tan mal humor.
4. Agotado, pero sin dejar de pensar en el trabajo
De entre las razones por las que se gestó la gran renuncia también se encontraron aquellos que renunciaron por agotamiento. Si durante tu jornada laboral o en el transcurso del día te sientes con una fatiga constante, quizás sea momento de tomarse la vida más relajada con un empleo de medio tiempo. Incluso es posible que, a pesar de estar tan cansado, no puedas dormir bien o no dejes de pensar en el trabajo. Es decir, tu empleo ya no sólo absorbe tu tiempo, también toda tu energía.
5. Tienes problemas de salud
Tu cuerpo habla y siempre da muestras de que es momento de hacerse a un lado de cualquier sitio, incluyendo un empleo. Sin embargo, cuando tu cuerpo grita que lo abandones es cuando ya pasaste de algunas dolencias a tener problemas de salud. La fatiga crónica, el estrés, entre otras cosas de tu empleo, están desgastando a tal grado a tu organismo que una migración a un empleo de medio tiempo ya no es un lujo, es una necesidad.
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